sábado, 15 de junio de 2013

Capítulo 1

Hoy, Lucas y yo, hemos ido al Corte Inglés, aunque no entramos... en fin tonterías que ns dan, Estuvimos en parquecito que hay al lado donde hay pequeño carrusel, que me recuerda a cuando era pequeña y mi abuelo que llevaba todos los viernes. Y claro, Lucas y yo no nos pudimos resistir y nos montamos, es decir, dos adolescentes rodeados de niños pequeños, y los padres de las criaturas estaban con cara de "What the fuck?". Pero nosotros seguimos con lo nuestro, que en esta ocasión era: pasarlo bien. Como dice Lucas:"Haz locuras de joven si quieres contar algo de viejo". Luego de una tarde risas y diversión nos fuimos a casa.
En la estación eramos el centro de todas las miradas, y como no va a ser así, si Lucas llevaba una camiseta de Batman y yo de Robin.
-Lucas...
-¿Qué?
-La gente nos mira raro...
-¿Cómo no nos va a mirar raro, si vamos conjuntados y acabamos de venir de un parque para niños pequeños...- dijo como si fuera lo más normal del mundo, estalle a carcajada pura, lo que hizo que la gente se nos quedara mirando.
Al llegar a casa, subimos cada uno a su respectiva casa, no sin antes ir a ver a nuestra abuela Rosa, que es la vecina del primero. Le llamamos así, ya que desde pequeños la vamos a ver, y es como nuestra abuela, ya que nos da consejos y nos quiere como tal. La abuela Rosa tiene dos gatos, de ahí vino Gin, un piano, que era de su marido el señor Alfredo, y una gran casa. Ella y su marido no pudieron tener hijos, lo cual nos adoptó como nietos, su marido, el señor Alfredo, se murió hace tres años, y desde entonces la visitamos más a menudo que antes. Al tener un piano, Lucas  y yo, de vez en cuando le damos un pequeño concierto, lo que sea por no verla triste, es un amor de persona.
Luego de visitarla, subí a mí casa,y como era de esperar mis padres no estaban en casa, así que me encerré en mi habitación. Puse un poquito de música y me tumbé en la cama con los pies en la litera de arriba. Estaba pensando en mi mundo cuando escucho unos golpes en la ventana, corro la cortina y veo a Lucas,y diréis: ¡QUÉ LOCO, EN LA VENTANA! Pero en que en mi edificio ha escaleras de salida de emergencia,como en la película "Breakfast at Tiffany's", sí, cuando Audrey canta Moon River, y claro cuando le pasa algo, siempre viene, le abrí la ventana:
-Hola- dije con mi peculiar sonrisa, pero este no respondió, se limitó abrazarme con los ojos húmedos, cosa que me extrañó mucho, porque la última vez que lo vi llorar, fue cuando su padre falleció-Eh..-dije en un susurro- ¿Qué pasó?
-Mi madre...-dijo con un hilo de voz, cosa que me preocupó aún más.
-Tu madre, ¿¡QUÉ?!-dije alterada.
-Me dijo que yo... era el culpable de que... mi padre...-dijo entre lágrimas, no pude evitar abrazarlo aún más fuerte.
-No le hagas caso, está dolida...-dije mientras le secaba las lágrimas.
-Pero de eso hace años que pasó...
-Ya, pero para ella es como una espina clavada...
-Gracias...- dijo abrazándome.
-No las des, sabes que estoy aquí para todo.
-No se que haría sin ti, enana-dijo con una media sonrisa.
-Serías un friki.-dije sonriendo- ¿Te quedas a dormir?
-¿Y tus padres?
- Ya sabes...- dije apenada.
-Vale me quedo adormir.
-Olles...¿mañana vamos a Narnia?- dije, Narnia es un lugar en medio de un monte que hay arriba de nuestro edificio, donde hay una piscina vieja donde vamos con los skates, también hay un sofá viejo que llevamos Lucas y yo.
-Vale.

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